La naturaleza, un mar de gente acampando, niños corriendo de aqui para allá, riendo felices, familias asando carne, mil cosas a un mismo tiempo, ... y sin embargo parecía que solo erámos tu y yo, abrazados en medio del río, a media luz porque el sol ya habia caido, aún recuerdo el sabor de la carne chamuscada, lo duro del suelo, los sonidos de los animales del bosque en la noche y el de las aves al despertar, la luz del sol filtrandose a través de la casa de campaña, tu rostro tan sereno aún dormitando, la felicidad que sentí de despertar a tu lado, las mil y un cosas que hicimos el domingo,
cada minuto, fue tan mágico... Pero conforme pasaba el tiempo y darme cuenta de que estaba a punto de terminar ese fin de semana tan perfecto, sentía frustración, porque ya no había nada que pudiera decirte, nada que pudiera hacer, llegado el lunes venía con él un golpe de realidad, algo que ya habiamos hablado, pero que aún me negaba a aceptar, nos separaríamos quien sabe por cuanto tiempo. Y sin poder detener el tiempo en aquél paraíso, volvimos a nuestra realidad, el tan para mi odiado lunes llego...y desde aquel día sin saber más de ti.. hoy espero con ansias tu regreso.Que recuerdos los de esos días... recuerdos que yo nunca olvidaré.
